La Universidad Católica Campus Itapúa (UCI) forma parte de la Comisión Conmemorativa del Ciclón 1926, creada con motivo de los 100 años de la gran catástrofe natural que azotó a Encarnación el 26 de setiembre de 1926.
La conformación de la comisión se oficializó en la reunión realizada el pasado 19 de setiembre de 2025 en el Centro Municipal de Arte (CEMA), con la presencia de representantes de instituciones, autoridades locales, organizaciones sociales y fuerzas vivas de la ciudad. Por la UC Itapúa, integran dicha comisión: la Dra. María Elena Villalba  Díaz, Directora General del Campus y la Mg. Geraldine San Martín, Decana de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas.
El objetivo principal de esta comisión es organizar actividades culturales, educativas, académicas y de difusión histórica que permitan rendir homenaje a las víctimas y al mismo tiempo mantener viva la memoria colectiva de un hecho que transformó radicalmente la vida de los encarnacenos.
El Ciclón de 1926 dejó una profunda huella en la historia de Encarnación. Con vientos devastadores, arrasó viviendas, comercios, instituciones y cobró la vida de más de 400 víctimas, sumiendo a la ciudad en el dolor y la desolación. Sin embargo, también marcó un ejemplo de unidad, resiliencia y fortaleza comunitaria, ya que de aquella tragedia surgió una renovada voluntad de reconstrucción, que permitió levantar nuevamente a la ciudad desde sus cimientos.
La “Comisión Conmemorativa del Ciclón 1926” proyecta diversas acciones de cara al centenario en 2026, tales como: diversas actividades culturales, académicas, publicación de materiales educativos para transmitir esta memoria a las nuevas generaciones, etc.
La integración de la UCI en esta comisión refuerza su compromiso con la comunidad encarnacena, al aportar desde el ámbito académico e institucional a la preservación de la memoria histórica y al homenaje de quienes vivieron y padecieron aquel infausto acontecimiento.
El recuerdo del ciclón no solo invita a honrar la memoria de las víctimas, sino también a reflexionar sobre la capacidad de resiliencia de Encarnación, una ciudad que supo levantarse de la adversidad y que hoy, 99 años después, continúa creciendo con la fuerza de sus raíces y la esperanza de su gente.